La lluvia provoca una plaga de setas mortales en Castellón
ALTO MIJARES | Se ha detectado la proliferación de ejemplares de lepiota
marrón rojiza en las proximidades de la capital
Las abundantes lluvias
caídas en la capital de la Plana durante las últimas tres semanas, dejando más
de 150 litros por metro cuadrado, tienen efectos directos sobre la naturaleza.
En unos casos, negativos
dañando los cultivos. En otros, positivos facilitando un ecosistema idóneo para
la proliferación de especies que en circunstancias adversas de sequía jamás
germinarían. Y eso es lo que ha ocurrido con la tóxica Lepiota
brunneoincarnata, conocida comúnmente como lepiota marrón rojiza, en el Pinar
del Grau de Castelló.
Se trata, tal como informa el diario Levante, de una pequeña seta mortal, de cinco centímetros de
diámetro, de la familia Agaricaceae y que debería ser erradicada sin dilación
por el riesgo de confusión con otras variedades.
No en vano, la Asociación
Micológica de Castelló (Asmicas) solicitará hoy mismo al Ayuntamiento de la
capital de la Plana que actúe con carácter de urgencia sobre el emblemático
paraje. Pero no solo para eliminar los ejemplares, sino también para proceder a
la instalación de carteles informativos alertando a los usuarios de las graves
consecuencias de recolectar y, sobre todo, consumir el hongo.
«Es muy frecuente que
aparezcan en el Pinar con las lluvias y, cuando las detectamos, enseguida
avisamos al ayuntamiento. Sin embargo, lo de este año, con tanta cantidad de
lepiotas, no lo habíamos visto antes», explica el presidente de Asmicas,
Cándido Sos.
La zona que presenta
mayor afección, y en consecuencia un peligro más elevado para el ser humano,
corresponde a la que se ubica próxima al campo de golf.
«Ahí es donde hemos
detectado un mayor número. Personalmente he tardado apenas cinco minutos en
verlas y sin tener que hacer un gran esfuerzo», aclara Sos, quien insiste en lo
imperativo de no tomarse el tema a la ligera.
«Estamos hablando de una
seta mortal, que está al mismo nivel de toxicidad que la Amanita phalloides
(llamada también hongo de la muerte)».
La multiplicación de la
Lepiota brunneoincarnata en el Pinar tiene su explicación en el propio entorno,
en el que predominan las coníferas -en concreto, el Pinus halepensis o pino
carrasco-. Al tratarse de un rincón a poco altura sobre el nivel del mar, con
suelo arenoso y costero, ofrece el hábitat perfecto en las estaciones más
húmedas y con la llegada de las precipitaciones, es decir, a partir de finales
del verano hasta bien entrado el invierno, e incluso la primavera si se dan las
condiciones óptimas.
Además, la lepiota
marrón rojiza, que a menudo se suele confundir con la Macrolepiota procera y el
champiñón silvestre (Agaricus campestris), ambos comestibles, se adapta muy
bien a las cualidades que muestran los jardines y parques, con amplias áreas de
césped.
Por tanto, no es extraño
encontrar individuos sueltos en los espacios verdes de Castelló, aunque el
presidente de Asmicas también advierte que, «al existir más variedades de
lepiotas, a veces se confunden. Habría que analizarlas. No obstante, lo que
hemos visto en el Pinar es claramente la brunneoincarnata, por lo que la gente
debería ir con mucho cuidado», concluye.
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