Puebla de Arenoso celebra su VII Jornada de Patrimonio con una apuesta por el agua y las tradiciones sostenibles

El evento reunió a vecinos del Alto Mijares y otras localidades para poner en valor las fuentes naturales del municipio y fomentar el uso responsable de recursos como el agua y el aceite reciclado

La localidad de Puebla de Arenoso acogió el pasado sábado 19 de abril la VII Jornada de Patrimonio, una iniciativa organizada por el Grupo de Patrimonio local que reunió a decenas de personas del municipio y de otras poblaciones vecinas como Sucaina o la Fuente de la Reina. El encuentro sirvió para poner en valor el entorno natural, las tradiciones populares y los recursos esenciales como el agua y el jabón, eje temático de esta edición.

La jornada arrancó por la mañana con una visita guiada a la Fuente de San Miguel, un impresionante manantial con un caudal de entre 900 y 1.000 litros por minuto, donde se realizó una lectura explicativa sobre su valor ecológico, su historia y su importancia en la tradición oral local. A lo largo del camino de regreso, el grupo conoció otras fuentes menores como la Fuente de la Ombría y otra ubicada bajo el cementerio, completando así un recorrido patrimonial por el paisaje hídrico del municipio.

Tradiciones que se recuperan en comunidad

Ya por la tarde, los participantes se dirigieron al barranco de la Viñaza para iniciar una ruta a pie hasta la Fuente del Ermitaño, en el paraje del castillo del mismo nombre. Esta fuente destaca por su singular arco de piedra y túnel natural, que permiten observar el nacimiento del agua. Durante la visita, se compartieron datos sobre su historia y particularidades, subrayando su papel dentro del patrimonio natural de Puebla de Arenoso.

Tras una comida de hermandad en el hogar del jubilado de los Calpes, donde se congregaron cerca de 40 personas, la jornada continuó con un taller de elaboración de jabón artesanal a partir de aceite usado, dirigido por Pilar Calomarde, vecina del municipio. En la actividad participaron más de 20 personas, rememorando una práctica tradicional heredada de generaciones anteriores. Los jabones serán repartidos una vez se hayan secado, junto a una receta escrita para animar a su producción doméstica.

Patrimonio, educación y sostenibilidad

Desde la organización se ha querido resaltar el valor ambiental y educativo de estas iniciativas, que no solo recuperan prácticas tradicionales, sino que también fomentan la concienciación ecológica, como el reciclaje responsable de aceites domésticos para evitar su vertido. La jornada finalizó en un ambiente de convivencia y entusiasmo colectivo, dejando un mensaje claro: cuidar del patrimonio cultural y natural es también cuidar del futuro del municipio.

 

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