La Confederación Hidrográfica del Júcar destina 1,6 millones de euros para el mantenimiento de las presas de los ríos Mijares y Senia
La Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., (CHJ) ha firmado recientemente el contrato de los trabajos de mantenimiento en las presas de los sistemas de explotación Mijares-Plana de Castellón y Senia-Maestrat, una inversión de aproximadamente 1,6 millones de euros que permitirá la puesta en marcha de diferentes actuaciones para garantizar el correcto funcionamiento de un total de nueve infraestructuras hidráulicas. La unión temporal de empresas OFITECO-MATINSA es la adjudicataria de los trabajos del contrato.
Los trabajos incluidos en el contrato tienen un
plazo de ejecución de 36 meses, prorrogables a otros 24, y se desarrollarán en
las presas de titularidad estatal de los ríos Mijares y Cenia: Valbona, Mora de
Rubielos y Balagueras, ubicadas en la provincia de Teruel; y Arenós, Alcora,
María Cristina, Ulldecona, Sichar y su presa de derivación, ubicadas en la
provincia de Castellón.
El contrato comprende el desarrollo de una serie de
trabajos que se engloban en tres grupos de actividades: servicio de apoyo
técnico, mantenimiento programado y mantenimiento no programado. “Son
actuaciones que se realizan de manera periódica y tienen como objetivo mantener
los niveles de seguridad requeridos, así como garantizar el buen funcionamiento
de todas las instalaciones que componen las presas y sus embalses”, destaca la
Jefa de Área de Dirección Técnica y directora del contrato, Cristina Sola.
Las labores relacionadas con el servicio de apoyo
técnico servirán para poner en marcha trabajos de consultoría que permitirán
actualizar y crear la documentación necesaria para la explotación,
mantenimiento y seguridad de las presas, como son la redacción de los planes de
auscultación e inspecciones y la revisión de las Normas de Explotación.
En cuanto al mantenimiento programado, el contrato
contempla una serie de actuaciones que se realizan de forma sistemática y
periódica, como puede ser el mantenimiento de las instalaciones eléctricas y
alumbrado, o las revisiones de instalaciones esenciales como equipos contra
incendios, ascensores, órganos de desagüe o sistemas anticaídas, entre otros.
“También se revisan los equipos de comunicación y se realizan obras de pequeña
envergadura, como pueden ser labores de albañilería, reparación de los caminos
de acceso a las presas o estabilización de laderas”, explica Sola.
Por último, el contrato también incluye una línea de
actuación para el mantenimiento no programado, que incluye todos los trabajos
necesarios para atender a las reparaciones, restituciones o mejoras no
previstas que puedan aparecer durante el plazo de ejecución del contrato.
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