Un consultor forestal: "El Alto Mijares tenía 60, 70 y 80 toneladas de vegetación por hectárea. Con más de diez, el incendio está fuera de la capacidad de extinción"
Los terrenos quemados en el incendio originado en
Vilanova de Viver el 23 de marzo tenían entre 60, 70 o hasta 80 toneladas de
vegetación, una masa forestal que dejaba el fuego hasta seis u ocho veces por
encima de los parámetros máximos para controlar el fuego. Es la clave, según ha
expuesto en Las noticias de la mañana de Á Punt el ingeniero forestal Ferran Dalmau, para
que el incendio del Alt Millars se desbocara poco después de declararse y
resultara tan complicado controlarlo.
"Con más de diez toneladas de vegetación por
hectárea, se genera un incendio forestal fuera de la capacidad de extinción, ni
los aviones ni los bomberos pueden plantarle cara. En el incendio de Vilanova
de Viver había 60, 70 y hasta 80 toneladas de vegetación por hectárea",
exponía el también consultor forestal.
Dalmau apuntaba que en los terrenos forestales que
devoraron las llamas "había vegetación acumulada por las nevadas desde
hace unos años, se ha abandonado la gestión del territorio y había campos
abandonados", circunstancias que convirtieron ese fuego en uno de los más
devastadores de los últimos años en nuestro territorio, con 4.700 hectáreas
quemadas.
Para evitar casos como éste, Dalmau remarca la
necesidad de retirar vegetación altamente combustible de nuestros montes,
"por lo menos en zonas estratégicas, como pueden los alrededores de los
parques naturales o las zonas pobladas", que son las más sensibles. Tener
la totalidad del terreno forestal limpio es, a su juicio, inviable.
En opinión de este consultor forestal, existe
personal profesionalizado para llevar a cabo la gestión forestal, pero esta
tarea no se hace por falta de recursos.
"No todos los propietarios de terrenos
forestales son grandes terratenientes", puntualizaba. En cuanto a la
inversión de las administraciones públicas, Ferran Dalmau ha reconocido en Las
noticias de la mañana que en los últimos años se ha incrementado la dotación
para políticas de prevención de incendios en la masa forestal, pero "choca
con la burocracia ".
En este sentido, indicaba que existe una
"enredo normativo que hace que estas tareas sean difíciles de
desarrollar". Sin embargo, este ingeniero ha remarcado que hoy por hoy
casi todos los pueblos tienen plan contra incendios, un documento que en 2015
faltaba en más de 400 pueblos.
Por otro lado, y pese a reconocer el incremento de
las inversiones en política forestal en los últimos años, Ferran Dalmau
apuntaba que el hecho de que los efectos de estas inversiones se vean a medio o
largo plazo disuade a muchos representantes políticos de invertir en política
forestal.
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