Los ecologistas piden suprimir los vuelos entre Castellón y Madrid por su impacto ecológico
La puesta en marcha el pasado 31 de octubre de una
nueva ruta aérea entre los aeropuertos de Castellón y de Adolfo Suárez-Madrid
Barajas impulsada por el Govern de la Generalitat Valenciana a través del
Aeropuerto de Castellón y operada por la empresa Air Nostrum, supone un
atentado ecológico que camina en dirección completamente opuesta a las medidas
necesarias de reducción de emisiones y de transformación del modelo de
movilidad para hacer frente al cambio climático y a la crisis ecosocial.
Si la reducción del tráfico aéreo es un imperativo
para la lucha contra el cambio climático, la creación de esta línea tiene
agravantes que permiten poder calificarla como una total aberración. En primer
lugar, el mantenimiento de líneas con alternativas por tierra y de distancias
tan cortas son contrarias a cualquier tipo de consideración de eficiencia
energética y de lucha contra el cambio climático. En este sentido se calcula
que la emisión de la ruta aérea Castellón-Madrid alcanza 3.165 kg de C02 y consume 898 litros de
queroseno.
Es notorio que el Govern, en lugar de apostar por la
eliminación de líneas como Alicante-Madrid, Alicante-Barcelona,
Valencia-Barcelona o Valencia-Madrid, utilice como la existencia de estas
líneas como argumento para la incorporación de una línea más en sus
declaraciones a medios de comunicación, inventando un supuesto agravio
comparativo entre provincias. De esta manera en lugar de reducir las numerosas
líneas altamente ineficientes, se suma otra más.
El segundo agravante
es que la creación de esta nueva línea no sólo supone la generación de
nuevas emisiones, sino que es disuasoria de formas de movilidad más sostenibles
como el tren convencional o incluso líneas de alta velocidad ya construidas. De
hecho, la creación de esta nueva línea cortocircuita la recién estrenada
conexión de tren AVE entre Madrid y Castellón, en tanto que ofrece el mismo
servicio que la de alta velocidad pero con una duración menor y con unas
tarifas más bajas debido a la bonificación por parte del Govern. No hay que
olvidar que la compañía Air Nostrum es beneficiaria de subvenciones por parte
de la Generalitat Valenciana, que en 2021 llegaron hasta los 9 millones de
Euros.
En tercer lugar, si ya es esperpéntica la
contradicción entre la inauguración de la línea de tren de Alta Velocidad y la
creación de una nueva ruta aérea cubriendo el mismo trayecto, resulta hiriente
recordar que al gran coste que ha supuesto la construcción de la
infraestructura de Alta Velocidad, se le suman las perturbaciones que dicha
línea de Alta Velocidad ha generado para el resto de la red ferroviaria.
Concretamente, aumento de 20 minutos de
los trayectos de Cercanías entre Valencia y Castellón.
En resumen, se invierten grandes cantidades de
dinero público (1.170 millones según el periódico Expansión) en unas
infraestructuras de alta velocidad, se empeora el servicio de transporte más
sostenible y más utilizado como es el cercanías, para a continuación boicotear
la inversión realizada generando una nueva ruta de transporte aérea.
Por todos estos motivos la federación valenciana de
Ecologistes en Acció , exige al Govern de la Generalitat Valenciana la
supresión de estas rutas altamente contaminantes que ya cuentan con una
alternativa ferroviaria. Igualmente, la organización ecologista reclama al
ejecutivo regional la priorización de las inversiones en aquellos medios de
transporte más utilizados por el conjunto de la población, y en especial de los
trenes regionales y de Cercanías.
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