Delfina Ruiz, la maestra rural que logró multiplicar por 10 los alumnos de la escuela de Olba
Implantó un proyecto educativo innovador de aprendizaje por proyectos y huerto escolar
Delfina Ruiz es una maestra jubilada desde hace dos años que ha impulsado durante tres décadas un proyecto educativo innovador de aprendizaje por proyectos y huerto escolar que ha contribuido a que la escuela del municipio de Olba pasara de tener seis alumnos a 50 en la actualidad.
Según ha explicado en declaraciones a Europa Press,
es maestra rural por vocación. Hace 30 años, decidió trasladarse desde el País
Vasco hasta Olba con una plaza provisional "porque quería ser maestra
rural, vivir en el campo y criar a mis hijos en ese ambiente", ha contado.
La plaza definitiva la obtuvo en otra localidad de
Teruel, pero, finalmente, tuvo la suerte de que quedara una vacante en Olba y
pudo permanecer en esta localidad, desde entonces hasta ahora, de forma
prácticamente ininterrumpida. Primero, fue la profesora del aula del barrio de
Los Villanuevas del municipio de Olba, y cuando se cerró, comenzó a dar clases
en el aulario de la localidad de Olba.
Ha reconocido que al principio fue un
"choque" porque tuvo que volver a usar los libros de texto y a una
metodología diferente a la que había aplicado en el País Vasco, más apoyada en
el trabajo por proyectos.
"Venía con mi bagaje y utilicé lo que
pude" y, "según fue cambiando el tipo de alumnado y empezó a llegar
gente que venía de ciudades a repoblar, fuimos apoyándonos mutuamente y dando
un giro hacia el trabajo por proyectos, por centros de interés, creamos un
huerto y las familias se implicaron mucho, generalmente suelen ser las madres,
aunque también cada vez más los padres", ha expuesto Delfi Ruiz.
Asimismo, ha detallado que cuando comenzó a dar
clase en la localidad de Olba había 12 alumnos, luego fueron bajando hasta los
cinco o seis, pero "a partir de ahí fue creciendo y ahora hay 50", en
una localidad de algo más de 220 habitantes. Ha aclarado que hay familias que
viven en los diferente barrios del municipio o en localidades próximas, como
Fuentes de Rubielos.
ORÍGENES
Delfi Ruiz ha precisado que en su mayoría son
familias provenientes de la Comunidad Valenciana, ya que la capital queda a una
hora, aunque también ha habido asentamientos de personas provenientes de
Madrid, Galicia e incluso de una familia que en su regreso a España desde
Estados Unidos optó por instalarse en esa zona.
"Las familias que han ido integrando el
proyecto han estado contentas y han sido quienes lo han expandido", una
iniciativa que sigue creciendo puesto que en el último año se han matriculado
15 niños más.
Además, durante varios años, la escuela recogía en
un blog todas la actividades que hacía y también éste ha sido un punto de
contacto, así como haber participado en un concurso nacional sobre huerto
escolar, del que resultaron ganadores en una edición y en otra quedaron
finalistas.
LA SOLEDAD
PESA
Delfi Ruiz cree que ha logrado su objetivo de ser
maestra rural y también está satisfecha con su vida en el medio rural, donde ha
podido crear su propio espacio vital. No obstante, ha comentado que todo tiene
"su parte buena y mala" y si bien "la soledad es bonita, a veces
pesa".
Cuando llegó a Los Villanuevas con su compañero y
una hija pequeña, aunque en este barrio había un aula, durante el invierno solo
vivían allí dos personas mayores. Les acogieron muy bien y de primavera a otoño
había más población, "pero en el invierno estábamos muy solos" y, por
ejemplo, si pasaba algo en la escuela "no podías avisar a nadie",
aunque, "por suerte, nunca ocurrió nada demasiado grave".
Sobre las familias que se han instalado en la zona
en los últimos años, ha comentado que hay personas que trabajan en Valencia o
en Teruel, otros que lo hacen online, también hay algunos albañiles o personas
que se dedican a otras actividades como yoga, biodanza, ferias medievales,
artesanía e incluso se han instalado dos grupos de teatro.
BUENA
UBICACIÓN
Esta maestra rural jubilada ha manifestado que Olba
es una localidad "muy bien ubicada, muy cerca de Valencia y a 45 minutos
de la ciudad de Teruel". Además, está enclavada en un valle
"precioso", con mucha vegetación y donde existen atractivos
turísticos "muy variados".
A su entender, éste ha sido un factor que ha
contribuido a la instalación de nuevas familias, además del proyecto educativo
y "del tipo de población" porque tienen "cultural y socialmente
una mentalidad abierta, te sientes a gusto, hay una vida social intensa",
cuando es posible, no ahora a causa de la pandemia del coronavirus.
No obstante, ha comentado que también ha habido
momentos difíciles en la puesta en marcha del proyecto educativo y ha sido un
"camino duro", aunque en los últimos años "la población escolar
tenía muy claro en que proyecto participaba" y ha sido más fácil.
"No es un camino de rosas, pero merece la
pena", ha apuntado, para comentar que el proyecto de innovación no está
reconocido oficialmente porque no es un proyecto de centro, sino que se aplica
en las cuatro aulas de Olba -que acogen a niños de Infantil hasta sexto de
Primaria-, aunque lo conoce la Administración y ha habido interés por darle
visibilidad ya que pueden implantarse iniciativas similares en otras zonas.
Delfi Ruiz ha enfatizado en el interés que supone el
"respeto" hacia los menores y a su evolución, atendiendo a sus
intereses para desarrollar proyectos de aprendizaje en los que después se
incluyan los objetivos cognitivos y de maduración que establece el currículum
educativo con una metodología práctica que contribuye a que esos conocimientos
"no los olvides nunca".
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A lo mejor hay que hablar también del nivel que alcanzan estos niños al acabar la primaria
ResponderEliminary de las dificultades que tienen para adaptarse y seguir la secundaria.
Y es que estos métodos alternativos en mi opinión no son la panacea, y son postureo de cara a la galería pero los niños no salen tan preparados como deberían salir.
Creo que tienes toda la razón, yo creo que hablando con gente de la zona, el problema está en que esta gente foránea intenta imponer sus ideas y "leyes" pasando por alto la idiosincrasia local, y que se les olvida que gracias a ellos es que se ha mantenido lo que queda de estos pueblos, deberían respetar más e intentar imponer menos, adaptarse a su forma de vida y valorar todos sus conocimientos, forjados a través de años de convivencia con ése entorno. En resumen, respetar más e imponer menos
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