La Diputación trasladará a las administraciones competentes medidas para ayudar a la supervivencia de las farmacias rurales
ALTO MIJARES | Ludiente y Puebla de Arenoso, entre los
establecimientos farmacéuticos con más riesgo
La supervivencia de las
farmacias rurales y el papel que juegan para hacer frente al reto demográfico
son dos de los aspectos que defiende la nueva Diputación que preside José
Martí, quien ha recibido a cuatro farmacéuticas de pueblos pequeños de la
provincia de Castellón para analizar su presente y las medidas que podrían
aplicarse para ayudar a su permanencia en el territorio.
José Martí insiste en
que “en nuestra preocupación por todo lo que afecta al mundo rural hemos
analizado con algunas farmacéuticas de pueblos pequeños su problemática y los
retos para su supervivencia”. En este sentido, asevera que “estamos preocupados
porque es fundamental mantener estos servicios de farmacias rurales”, teniendo
en cuenta que están en municipios con una población envejecida que requiere de
sus servicios.
Sobre el papel que puede
o debe jugar la Diputación, destaca José Martí que “nos plantean en ocasiones
medidas que tenemos que analizar cuál es su recorrido ya que gran parte de
ellas no son de nuestra competencia, sino de otras instituciones o del propio
Colegio de Farmacéuticos”. Pese a reconocer que el camino es difícil, “somos
conscientes de que la Diputación tiene que estar ahí, y desde luego haremos las
acciones necesarias y presionaremos antes las administraciones competentes”.
La reunión, celebrada en
el Palau Provincial, ha contado con la presencia de la directora general de la
Agencia Valenciana Antidespoblación (Avant), Jeanette Segarra, y del diputado
provincial de Acción contra la Despoblación y Desarrollo Rural, Santi Pérez. En
ella, Blanca Carcelén, farmacéutica de Benafigos; Paula Mateu, de Ludiente;
Mónica Gozalbo, de Alcudia de Veo, y Carmen Garcés, de Puebla de Arenoso, han
relatado su día a día y el complicado camino que tienen para subsistir.
Ellas cuatro están
dentro de las denominadas farmacias VEC, de viabilidad económica comprometida,
que llegan a las 36 en toda la provincia y que reciben pequeñas ayudas que,
reconocen, dan para poco ya que encima no son a fondo perdido y son las mismas
que las que se aprobaron en 2011. Las representantes de las farmacias rurales
plantean que se articulen medidas para darles “una oportunidad”. Entre ellas,
la manera de organizar un remunerar las guardias, “porque lo normal es que
estemos 24 horas sin que suba nadie”, señalan.
Al margen de lo
complicado que les resulta organizarse para tener vacaciones –“nadie quiere
venir a trabajar 15 días para sustituirnos”-, recalcan que se les obliga a
aplicar numerosos cambios tecnológicos que suponen un gran coste económico.
“Los farmacéuticos rurales, por mucho que se piense la gente, no son ricos”,
señalan. Junto a ello, los problemas habituales en el interior de la provincia,
como puede ser la brecha digital y los problemas que tienen de forma habitual
con las conexiones a internet.
Con todo ello, el
presidente de la Diputación ha dejado patente la intención de trasladar a las
administraciones competentes toda la problemática, para que se estudien
fórmulas que permitan rediseñar las guardias en las farmacias rurales o
actualizar las ayudas. En la misma línea se ha mostrado la directora general de
Avant, quien ha trasladado a las farmacéuticas su plena disposición a trabajar
de la mano con el colectivo.
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