Condenado a cuatro meses de prisión el autor del incendio de Azuébar en 2012
ALTO MIJARES | El fuego, originado mientras el acusado
quemaba restos de poda, afectó a 14 hectáreas del Parque Natural de la Sierra
de Espadán | Tendrá que pagar 60.000 euros en indemnizaciones y gastos de
extinción
Cuatro meses de prisión
y el pago de 60.000 euros en concepto de indemnización es la condena
interpuesta a un hombre que provocó un incendio hace seis años mientras quemaba
restos de poda de olivos en Azuébar, un pueblo de Castellón de poco más de 300
habitantes. El fuego afectó a 14 hectáreas del Parque Natural de la Sierra de
Espadán y tardó más de dos días en ser extinguido.
La Sección Segunda de la
Audiencia Provincial de Castellón ha desestimado el recurso de apelación
interpuesto por la defensa del procesado contra la sentencia del Juzgado de lo
Penal número 3 de la capital de La Plana, según ha informado el Tribunal
Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El auto, emitido en febrero de
2018, consideraba al hombre, de 54 años, “autor de un delito de incendio
imprudente de montes o masas forestales” y estima que el incendio se produjo a
consecuencia del “negligente actuar del acusado”. La Audiencia Provincial
confirma así el fallo, que además de cuatro meses de cárcel y el pago de 60.000
euros para los propietarios de las parcelas afectadas por el fuego y para asumir
los gastos de extinción, le imponía una multa de 720 euros.
El incendio se inició el
24 de febrero de 2012 alrededor mediodía, cuando el condenado quemaba restos de
olivos en una parcela del polígono 1 de Azuébar, en Castellón. Según relata la
sentencia ahora ratificada, pese a que el hombre contaba con la autorización
administrativa pertinente para realizar la actividad, actuó con “olvido de las
mínimas cautelas” como la limpieza del matorral ubicado en un perímetro de, al
menos, dos metros alrededor de la quema. Una quema que, incide el auto, no
debió realizar a menos de 20 metros de una zona forestal. No fue así: lo hizo
sobre un ribazo. La Sala añade que a los dos errores previos, el condenado sumó
un tercero. Dejó el fuego sin vigilancia y abandonó el lugar sin comprobar que
estaba bien apagado, lo que provocó que las llamas se propagaran y afectaran a
una superficie de 14 hectáreas —parte de ellas de terreno agrícola y otra parte
de terreno forestal— emplazadas en el Parque Natural de la Sierra de Espadán,
el segundo más extenso de la Comunidad Valenciana.
El incendio duró más de
dos días y para su extinción se destinaron agentes, vehículos terrestres y
medios aéreos del Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación de
Castellón (con un coste de 9.365,13 euros); del Ministerio de Agricultura y
Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (un helicóptero de extinción Kamov K-32ª
11BC cuya hora y cuarto de intervención supuso un coste de más de 12.500
euros); y de la Conselleria de Gobernación, que aportó un helicóptero biturbina
y un avión semipesado, originando unos gastos globales de casi 31.000 euros.
El condenado también
deberá indemnizar con más de 2.100 euros al Ayuntamiento de Azuébar y a seis
propietarios por los daños ocasionados por las llamas en sus parcelas, que
suman casi 6.000 euros. El juicio por estos hechos se celebró en octubre 2017,
tras seis años de bloqueo de la causa.



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