Villahermosa del Río y Castillo de Villamalefa celebran la restauración de sus campanarios

ALTO MIJARES | El obispo de la Diócesis presidió ambos actos litúrgicos y festivos

Las parroquias de la Natividad de Ntra. Sra. de Villahermosa del Río y de San Pedro Apóstol de El Castillo de Villamalefa acogieron al Obispo el domingo pasado, 9 de diciembre, con motivo de la restauración de sus campanarios. En el caso de Villahermosa, también se celebró el 250 aniversario del inicio de las obras de construcción de la  iglesia.

Por la mañana, Mons. Casimiro López Llorente celebró la Eucaristía acompañado por varios sacerdotes. El Obispo destacó que este aniversario es un motivo de alegría para profundizar en la fe de la comunidad y valorar el amplio patrimonio artístico y cultural del que dispone la parroquia de Villahermosa. Recordó que éste tiene como finalidad la alabanza a Dios, y por eso es motivo de alegría cuando se recupera o se mantiene.

Al final de la celebración el Obispo bendijo las obras de restauración y agradeció el esfuerzo llevado a cabo para concluir la obra. En ese momento también intervinieron la restauradora, Lucía Perete, los inspectores jefes de la Conselleria de Cultura, José Gil y Arturo Zaragozá, así como el párroco, Héctor Gozalbo. La jornada concluyó con un novedoso concierto de campanas y la actuación de la Sociedad Musical José Pradas de Villahermosa. Una comida de fraternidad en la que participaron más de un centenar de fieles, sirvió para concluir la jornada festiva.

Bendición del campanario de El Castillo

Por la tarde, el Obispo presidió también una eucaristía en la iglesia de San Pedro Apóstol del Castillo de Villamalefa. El prelado alentó a los fieles a seguir trabajando y a vivir la fe pese a ser una comunidad pequeña. Tras la misa, Mons. López Llorente bendijo las obras de rehabilitación del campanario, que se caracteriza por tener una acabado piramidal muy poco típico de la zona del Alto Mijares, y agradeció a la corporación municipal que haya asumido la instalación de la iluminación. La tarde concluyó con una merienda de fraternidad en la que participaron  todos los fieles.