El Mijares vuelve a ser un río "lleno de vida" gracias a las últimas lluvias
ALTO MIJARES | Los embalses de cabecera del río (Arenoso,
en la Puebla de Arenoso, y Sitjar en Onda) han llegado al límite de su
capacidad de almacenamiento y la Confederación Hidrográfica del Júcar está
llevando a cabo desembalses técnicos
El río Mijares a su paso
por los términos municipales de Almassora, Burriana y Vila-real vuelve a ser un
río auténtico "lleno de vida" gracias a las lluvias del último
episodio de gota fría del pasado mes de octubre y del temporal de levante de
estos días de noviembre.
Según han informado
fuentes del Consorcio de la desembocadura del río Mijares, los embalses de
cabecera del río (Arenoso, en la Puebla de Arenoso, y Sitjar en Onda) han
llegado al límite de su capacidad de almacenamiento y la Confederación
Hidrográfica del Júcar está llevando a cabo desembalses técnicos.
Esta circunstancia
provoca que el caudal del Mijares a su paso por el Paisaje Protegido de la
Desembocadura gestionado por los Ayuntamientos de Burriana, Almassora,
Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, mantenga
desde hace casi un mes un caudal de agua permanente y considerable.
Esta situación
extraordinaria no se producía desde hace más de un año, ya que lo más habitual
es contemplar los últimos 10 kilómetros del río con un caudal de agua
intermitente, principalmente desde el pantano de Santa Quiteria hasta la
depuradora de Almassora, desde donde se vierten las aguas limpias al cauce del
río .
Desde aquí hasta el
Mediterráneo, el Mijares vuelve a tener un caudal mínimo de agua y normalmente
es frecuente ver seco y sin una gota de agua su confluencia con la rambla de la
Viuda o el azud de Burriana, también conocido como de les Revalladores.
La gola sur del río
Mijares ubicada entre los términos municipales de Burriana y Almassora también
se encuentra abierta al Mediterráneo desde hace más de 1 mes.
Esta circunstancia está
provocando cambios importantes en las condiciones ecológicas del río, como por
ejemplo el hecho de que las especies de peces como las lisas o las lubinas
están penetrando a más de un kilómetro río arriba de la desembocadura.
Otra circunstancia que
puede favorecer considerablemente la biodiversidad del Paisaje Protegido de la
Desembocadura del río Mijares es la entrada de angulas, los alevines de las
anguilas (Anguilla anguilla), desde el Mediterráneo hacia la gola sur
aprovechando que el río y el mar están conectados.
Las anguilas viven en
los ríos y desovan y mueren en el mar de los Sargazos, una región del océano
atlántico norte americano. A partir de ese momento millones de larvas nacidas
de los huevos de las anguilas inician un extraordinario viaje transoceánico de más
de 6.000 kilómetros hasta llegar a los ríos mediterráneos como el Mijares.
La llegada de las
angulas se inicia en el mes de octubre y finaliza hacia la primavera, pero
desgraciadamente muchos años las angulas encuentran cerrada la desembocadura
del Mijares porque el río baja sin agua.
Otra circunstancia
importante que aporta el Mijares cuando lleva agua es la presencia continua de
nutrias (Lutra lutra) desde la salida del embalse de Sitjar hasta prácticamente
la desembocadura y también estos días ha aumentado considerablemente la
presencia de rapaces y de aves acuáticas, como varias especies de patos, pollas
de agua (Gallinula chloropus), fochas comunes (Fulica atra) y cormoranes
grandes (Phalacrocorax carbo) entre otros. EFE
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